en el jardín de mis adentros
exploré todo el paisaje
y del más fertil huerto
te recorté este muraje,
estuve en el oriente,
con mis memorias de peaje,
tú presente en mi mente
y mis piernas de carruaje
no me llevé mucho,
sólo una melodía singular,
la voz del viento ancho
en mi centro pulmonar
ayer llegó la murga,
queriendo musicalizar,
con mis tambores en pares,
lo único por obsequiar.
con tierra negra y agua
y una pluma de faisán
en una hoja blanca
intenté tu cara trazar
con bromuro de plata
por fin hice revelar
las fotos que no me diste
y que guardo en mi pensar
el cielo estrellado y la luna creciendo,
lo murrio me quitaron
entonces cayó el diluvio
y los suelos aplaudieron
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