29 septiembre, 2011

queriendo pulverizar el pavimento cae la lluvia del cielo,

porque la tierra, su aliada y espejeada gemela, le grita: "¡estoy fértil, ayúdame a emerger!"


oh, nubes furiosas,

sus gritos aterrorizantes son recta justicia.

sus estronduosas y aceleradas ramas,

con un destello, como caudal en mapa, señalan el nido.


su venganza sería ausentarse para siempre,

o nunca irse.


por hoy, ¡váyanse!

antes de que las embotelle y venda en catálogos virtuales.

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